Cueva del Peregrino
La cueva del Peregrino es un pequeño abrigo rupestre en una aislada roca con forma cónica localizado en las afiladas cumbres de la sierra de Enmedio.
Arte Sureño en Tarifa
El término de Tarifa lidera este valioso patrimonio gaditano con 78 estaciones rupestres, el más genuino que atesora estas comarcas sureñas.
Entorno
Es un refugio arenisco, abierto al levante y desprovisto de su antiguo alcornocal, disfruta de amplias vistas sobre el valle fluvial del río Jara y de un gran dominio de la rica campiña que circunscribe al pueblo de Tarifa. El nombre del Peregrino se debe al contacto visual que el abrigo tiene con el Santuario de la Virgen de la Luz, que se ubica en la cercana dehesa de Caheruelas. El entorno, aunque agreste, se encuentra muy desfigurado por la repotenciación del parque eólico y los numerosos circuitos senderistas y ciclistas que han proliferado en sus inmediaciones, circunstancias que han alterado el paisaje y que podrían poner en riesgo este importante yacimiento rupestre no señalizado, que es el más importante de todos los aparecidos en esta pintoresca sierra litoral del parque natural de los Alcornocales.
Características
El abrigo cuenta con un único panel pintado que fue advertido por Simón Blanco en septiembre de 2014 y contiene una de las muchas escenas cotidianas del día a día de los antiguos pobladores del estrecho, que han quedado magníficamente recogidas en el Arte Sureño. Se trata de una figura humana completa de gran tamaño, que tiene los brazos en jarras, iconografía dominante durante el Neolítico, en el que se abandona progresivamente la temática animalista y en el que la antropomorfa se va imponiendo como eje de las representaciones en el ámbito de las primeras actividades agrícolas y las demarcaciones territoriales. La figura tiene a sus pies un objeto cotidiano con forma de ánfora que podría interpretarse como un recipiente y que vincularía la escena con un pequeño arroyo que brota entre los altos riscos próximos al abrigo.
Referencias
- ↑ Simón Blanco. Puerta de Jerez nº 42