El Padrón del Salado
El Padrón del Salado situado en la ciudad portuguesa de [[1]] es un recuerdo de hechos históricos ocurridos en Tarifa.[1] [2]
Guimarães
Portugal desempeñó un papel importante en la batalla del Salado ocurrida en Tarifa en 1340, hecho que los portugueses han llevado a gala como uno de los sucesos más importantes de su historia.
La ciudad de Guimarães, distrito de Braga, al norte de Portugal, es una ciudad con un casco histórico en el que sobresalen edificios de arquitectura medieval, en ella se encuentran numerosos monumentos históricos entre los que se encuentran el Padrón del Salado, erigido por el rey Alfonso IV de Portugal en conmemoración de la victoria del ejercito portugués en la batalla de Tarifa o del Salado.
Este monumento situado en esta ciudad es el único erigido a la memoria de la batalla del Salado, denominado padrón del Salado o de Nuestra Señora de la Victoria. Se encuentra situado en una de las principales vías: Largo da Oliveira, en la plaza principal de la ciudad medieval o plaza de Santa María, centro neurálgico de la población desde al menos el siglo XII, y muy cerca de la iglesia de Nuestra Señora de Oliveira.
El monumento
El monumento es un templete de estilo gótico, convertido en uno de los monumentos más emblemático de Guimarães y una de las obras de mayor simbolismo del Portugal medieval. Es una construcción que se supone del año 1340, poco después de la victoria cristiana en la batalla del Salado y levantado en conmemoración del triunfo portugués sobre los granadinos.
El padrón del Salado es una obra modesta, pero muy singular. No fue construido para ningún fin específico, excepto como hito conmemorativo.
El Padrón es de planta cuadrada, abierto en sus cuatro caras, que tiene arcadas apuntadas apoyadas sobre columnas adosadas, que también soportan las nervaduras de la bóveda de crucería.
El padrón del Salado se enmarca en el gótico de la primera mitad del siglo XIV. En su escasa decoración se encuentra ausente cualquier motivo que haga recordar la victoria del Salado. Los capiteles están decorados con motivos vegetales y figuras antropomórficas.
Los arcos ojivales de las cuatro caras del monumento tienen molduras con una decoración dentada, en algunas de sus caras conserva una secuencia de bolas, y en sus tímpanos están esculpidos el escudo real de Portugal. Los cuatro gabletes o frontones triangulares de cada una de las caras, tienen un acusado peralte, elevándose hasta la misma altura de la bóveda.
Nueve años después de la construcción del padrón del Salado se colocó en su espacio interior un pedestal con una cruz que fue donada por el comerciante de Guimaraes Pedro Esteves que la adquirió en Normandía. Por un lado de la cruz se encuentra Cristo crucificado y por la otra la imagen de la Virgen. A los pies de la cruz están representados San Vicente, San Torcuato, San Felipe y un ángel. En el pedestal se encuentran escudos reales de Portugal.
El padrón del Salado tiene la categoría de monumento nacional, con la protección añadida de pertenecer a un conjunto Patrimonio de la Humanidad concedido por la UNESCO. En la ficha del monumento redactada por el Instituto de Gestión del Patrimonio Arquitectónico y Arqueológico de Portugal se indica que el padrón del Salado, gracias a su localización en relación a la colegiata de Nuestra Señora de Oliveira, “se transformó, en poco tiempo, en uno de los más importantes centros marianos del norte del país”.
El aspecto del monumento recordatorio de la batalla del Salado ha ido variando su aspecto con el tiempo. La última modificación se efectuó en la década de los años setenta del siglo pasado, cuando fue retirada la grada que lo protegía y se realizó una restauración y consolidación de sus estructuras.
Referencias
- ↑ SEGURA GONZALEZ, Wenceslao: "La huella de la batalla del Salado en Portugal", Al Qantir 12 (2012) 68
- ↑ SEGURA GONZALEZ, Wenceslao: "El Padrón del Salado en Portugal", Puerta de Jerez 50 (2018) 13