Horno de pan

Los Hornos de pan son elementos constructivos muy comunes en las zonas rurales de la campiña tarifeña. Almarchal.

Fuente de la Hedionda.

Localización

Los hornos de pan han sido a lo largo de los años unas instalaciones imprescindibles en los numerosos caseríos y aldeas del término municipal. Estos lugares, alejados de la población necesitaban ser autosuficientes; la confección del pan era uno de los aspectos mas necesarios de la alimentación, por lo que en cada poblado o en cada vivienda de nuestra campiña se construían pequeños habitáculos preparados para dicha tarea. Algunos de estos hornos siguen hoy día en pié y en buenas condiciones, aunque es frecuente que al ser abandonados se le derrumbe la bóveda. Como muestra presentamos el horno procedente de un caserío situado en la ladera occidental de la Sierra de la Plata, cerca de la aldea del

Descripción

Los hornos estaban construidos a base de piedra seca, técnica característica de nuestra campiña, con la que además se edificaban la mayoría de las viviendas e instalaciones rurales. Esta técnica de "Piedra Seca" ha sido declarada por la UNESCO como "Patrimonio de la Humanidad". La piedra utilizada en nuestros campos era principalmente la arenisca de la zona y en algunas ocasiones estaban parcialmente enlucidas con tierra y chinos. El recinto destinado para horno está situado a un metro aproximado del suelo, por lo que su parte baja está maciza; dicho recinto tiene sus paredes y suelo de piedra o de material refractario, su bóveda igualmente es de material refractario y suelo estar cubierta a dos aguas. La entrada a la Bóveda se reduce a una especie de ventana enmarcada por una gran piedra de la zona, rebajada artesanalmente en forma de arco. La chimenea está junto a la entrada del horno, y suele tener cubierta a dos aguas a base de tejas.

Funcionamiento

El recinto se calienta con ramas y leña el tiempo necesario para que todo el recinto quede a una temperatura adecuada al tamaño y al número de las piezas a hornear. Una vez que se ha alcanzado la temperatura idónea se aparta con una escobilla vegetal todo el material y se deja que siga consumiéndose en los alrededores del horno. Con palas de madera se introducen las piezas en el hogar y se cierra la abertura con una trampilla. Para sacar las piezas ya cocidas se utilizan las mismas palas con las que se introdujeron.